La economía del truco

La economía del truco consiste en hacer propuestas llamativas, sencillas y fácilmente aplicables para usar ya sea individualmente, en un grupo o en todo el sistema. Un truco es como una receta rápida, una poción mágica o un atajo. Desde el truco se nos pide que actuemos por bio-mimetismo.

Si lo ves hacerlo a otros, hazlo tú…si es bueno para otros, será bueno para ti…ni te lo pienses.

Ya no sirve malgastar nuestro tiempo en aprender, ya no compensa hacer esfuerzos, basta con aplicar los trucos aprendidos de otros.

El bazar de los trucos en las redes sociales

Linkedin es un bazar de economía del truco, con sus reiterados artículos y replicas de replicas sobre los cinco hábitos del líder eficiente, las siete acciones para tener éxito como emprendedor, los cuatro valores de las organizaciones que triunfan, los cuatro errores de los directivos que fracasan, etc.

La prensa digital también incluye numerosos artículos de economía del truco.

Nunca se usaron tanto los contenidos e imágenes-basura para hacer una promoción personal, aún a costa de decir simplezas o de promocionar las simplezas dichas por otros, como tanto sucede en Linkedin. Todo es posible con tal de tener más visibilidad social o, lo que es lo mismo, con tal de retrasar nuestra fecha de caducidad social. Los trucos nos hacen más visibles que otros.

El bazar de los artículos huecos

Nunca se usaron tanto los artículos huecos como caballo de troya para hacernos llegar publicidad de un producto o de un servicio como sucede en la prensa digital. Todo es posible con tal de incrementar el tiempo medio dedicado a una exploración digital, lo que se traduce en mayor exposición personal a la publicidad.

En ambas formas de promoción, la personal o la del producto, se promocionan actitudes contrarias al esfuerzo e incluso a la complejidad.